Lactancia(s)

En la mayoría de las madres existe la posibilidad de producir leche, pero no asumamos la lactancia como algo que ocurre a solas entre la madre y el recién nacid@. Que pueda ocurrir en un espacio de intimidad entre la madre y el recién nacid@, no implica que sea una “tarea” sólo de la madre.

Para que sea posible la lactancia, es esencial el sostén emocional y físico que tenga esa madre. Es muy importante que pueda contar con un reencuentro con su hij@ postparto, lo más pronto posible y para ello necesita de otros que la ayuden en ello y también de una compañía significativa durante la salida de ese hij@ al mundo.

No siempre se da esa continuidad ideal que ayuda a la lactancia y aun así es posible que esta resulte. Para una madre de un recién nacid@ prematur@ extrem@, puede haber una lactancia deseada y sostenida en tanto ha podido extraerse leche las primeras semanas y esa ha llegado a su hij@ a través de una sonda, luego de una mamadera, para finalmente encontrar el pecho.

No lograr algún tipo de lactancia afecta a las madres de prematur@s, pues en un contexto de hospitalización esa leche materna no es sólo la alimentación sino que es también la oportunidad de sentir que cumplen un rol directo en la recuperación de su hij@ y en este sentido les permite “reapropiarse” de ese recién nacid@ cuya vida puede parecer más sostenida por el cuerpo médico que por el de la propia madre. Sin embargo al igual que otra serie de hitos, como el tener contacto piel a piel en el postparto inmediato, es posible reparar en tanto ofrezcamos otros espacios posibles de interacción y destaquemos una y otra vez qué hay algo que hace la madre que nadie más podrá hacer como ella: subjetivar a ese bebé, hacerlo quien es con su nombre, con su historia de vínculos y la que se está allí construyendo; con su prehistoria en el embarazo. Esa transmisión es y debe ser materna. Para ello, la madre necesita estar sostenida por su familia, por el equipo y por todo quien pueda acompañarla en ese tránsito hospitalario.

El caso de las madres de prematur@s evidencia la importancia de pensar la lactancia en plural; existen diversas formas e historias.

Que socialmente apoyemos la lactancia y hagamos cada vez más público las características maravillosas de la leche materna implica ser conscientes de que ese apoyo se juega en prácticas concretas de todos los que rodeamos a las madres desde diferentes lugares. Es necesario pensar y sostener cómo esa madre puede ejercer una lactancia que sea deseada y posible para ella, como puede alimentarse, contar con tiempos de descanso, poder escucharla, y mucho, sin emitir juicios apresurados, etc. Como sociedad aún nos cuesta demasiado dar realmente espacio y lugar a “las madres”, y subrayo el plural porque son/somos diversas.

Macarena Bertoni

Psicóloga perinatal y de adolescencia

× Conversemos