A ti papá, que estás acompañando a maternar
A ti que a veces estás tras bambalinas, pero que te encuentras transitando el desafío más trascendente de tu vida
Que has acompañado un embarazo, de la mano, con la ilusión y el miedo caminando juntos
Que has pensado tantas noches cómo sería
Que has sacado cuentas, cargado cosas a la bodega o a la casa
Que has ideado cómo cabrán todos ahora
Tú que has sentido desde afuera la creación de la vida, la evolución de tu semilla, que fantaseabas con su rostro, con su risa, que presenciaste el crecimiento de tu hijo que ya por fin conoces
Que te has sorprendido con sus latidos en esa primera eco o con sus pataditas dentro de la panza
A ti que sabes que tu voz es reconocida desde que estaba ahí dentro y que ahora la busca con la mirada llena de brillo cuando llegas a casa
A ti que en el parto acompañaste y cuidaste, protegiendo como un lobo el acto sagrado de parir
Manteniéndote firme como un roble que cobija, sostiene, dando sombra y certeza
Que te maravillaste con esa primera mirada, con ese primer respiro
Que el corazón se te ensanchó al tomarlo por primera vez
Y que tu cuerpo también te pidió olerlo, acariciarlo, mirarlo una y otra vez
A ti que fuiste y viniste tantas veces
Cargado de papeles, ropas, cunas y demases
Que te pasaste de la calle porque no podías dejar de pensar en tu hijito, embobado en las imágenes de su llegada
A ti que acompañas y defiendes a la madreloba y han partido juntos a casa a esta nueva aventura
A ti que a veces el puerperio se te puede hacer tan incomprensible
Que buscas señales para entender y saber ayudar
Que aunque no das pecho también estás atento y alerta
Que a veces también te cansas y anhelas una larga noche de sueño continuo
A ti que te ha costado quedarte en casa, pero lo has hecho
Porque sabes que ella y tu bebé requieren de tu compañía y cuidado
A ti que has aprendido a cocinar, a improvisar, a ESTAR
A ti que sostienes el mundo con tus abrazos de oso
A ti que vas aprendiendo que cuidar a tu hijo es cuidar a su madre, que ayudar es ayudarla
A ti que quieres aprender a entender sus sonidos y llantos
Que sigues en tu lugar con amor y paciencia
A ti que anhelas que pueda hablar pronto, para poder jugar juntos
Tú que preparas desayunos y camas, recoges pañales y sábanas mojadas, haces baños y sopas
Tú que los ves dormir juntos y te conmueves de tenerlos
Tú que te estás descubriendo como nuevo hombre
Tu que estás dispuesto a aprender todo de nuevo
A ti, hombre padre , que aceptas la transformación en curso,
que puedes cuidar de tantas formas y que descubres en ti nuevas formas de amar y de disfrutar
Gracias por ser parte y por estar…
Gracias, papá…
texto: Dra. Soledad Ramírez
Ilustración: Snezhana Soosh