Fiestas de fin de año: cuando cambia la familia


Por la doctora Rosario Alomar

Las fiestas de fin de año suelen despertar expectativas de alegría y celebración familiar, muchas veces en forma de cenas o reuniones con mucha gente hasta altas horas de la noche. Pero para una nueva madre, esas celebraciones pueden resultar difíciles o incluso imposibles. La presencia de un recién nacido o de niños pequeños requiere ajustar lo que antes era la tradición familiar.

Los bebés necesitan rutinas, sueño temprano, menos estímulos y espacios tranquilos y previsibles—más aún si hay algún problema de salud como alergias alimentarias o prematurez. Y muchas veces, eso choca con las expectativas familiares de fiesta, ruido y horarios extendidos.

Numerosas investigaciones muestran que cuando se altera el sueño de la madre y del bebé, aumentan los niveles de estrés y malestar. La falta de sueño en la madre se asocia, además, con un mayor riesgo de depresión posparto.

La sobrecarga emocional y del cuidado pueden afectar la salud mental materna. Según datos recientes en Chile, aproximadamente el 30% de las mujeres presenta síntomas de ansiedad o depresión durante el período perinatal.

Este contraste entre tradiciones familiares y las necesidades tuyas y de tu bebé puede generar tensiones, culpas, incomprensiones, y quizá piensas que es mejor ceder y no seguir “exagerando”.

Pero puede que ese tipo de celebración no sea lo que tú o tu bebé necesiten en este momento. No tiene nada de malo cuidar su desarrollo, su estabilidad y tu salud emocional, física y mental. Tienes derecho a elegir lo que ambos necesitan.

Por eso, este fin de año puede ser una oportunidad para transformar las tradiciones, adaptarlas sin perder lo esencial: el cariño, el reencuentro, el sentido de comunidad, y cuidar a esta nueva parte de la familia.

Algunas recomendaciones para lograrlo:

  • Conversa con tu familia con anticipación: explica por qué es importante respetar los horarios de sueño y descanso.
  • Propón alternativas: organiza actividades familiares en horarios tempranos (diurnos o por la tarde) en lugar de celebraciones nocturnas.
  • Establece límites suaves pero firmes: prioriza el bienestar del bebé y tu salud mental.
  • Busca apoyo: delega tareas en tu pareja o en personas cercanas, para que tú también tengas pausas, descanso y acompañamiento.

Cuidar a un bebé también es cuidar a la madre. Adaptar las fiestas no significa renunciar a las tradiciones; significa crecer y evolucionar como familia.